12/06/2021
Santiago Andrés Correa Isaza
Y entonces, pasó
La gota que el límite del vaso cruzó;
Hay dos opciones: Nos resignamos ante la decisión
O nos levantamos contra la opresión.
Resignarse es solo ceder ante el abuso
Agachar cabeza, y soñar mientras, en vida, muere el mundo;
Levantarse, parar lo cotidiano, porque la barbarie no es parte de la rutina
Colombia, tierra querida, siente la sangre en la herida.
Porque América Latina lleva desgarrada un buen rato
Y Colombia, desde hace un tiempo, se cae a pedazos;
Sí el Covid cede un poco estando vacunado¡
El estado huye ante un pueblo liberado!
Un pueblo que arriesga las lágrimas de su madre por el futuro de sus hijos
Las arengas no solo son canto, son reflejo de la unión de los testigos
Los medios censuran la disputa y lo llaman delito, los políticos lo llaman vandalismo¡
Si supieran que el delito es ceder ante un cerdo y que el pueblo no pertenece a ningún ismo!
¿De que nos hablas, viejo, cuando culpas al pueblo del paro andante?
¿Acaso el joven hizo trizas la paz y mató a los marchantes?
Es obvio que el paro, para ustedes, es un lío inmenso y cosa de ignorantes
¿No ven que hablan más de los que resistimos que de la lesión de James?
Paramos, para detener la tiranía
Paramos, para que la violencia no sea nuestra última salida
Paramos, por los que se fueron en medio de la algarabía
Paramos, hasta que no pare la melancolía.
Hace un mes, empezó el manifiesto en las calles
Hace un mes, empezó la verdadera reforma de un país nublado como la punta de los cerros
Hace un mes, que la muerte es mejor negocio que la corrupción de los rastreros
Hace un mes, hace un mes que empezó el paro, cantan los corraleros.